Calacoaya : patrimonio histórico de todos los mexicanos

La zona arqueológica de Calacoaya en el Municipio de Atizapan de Zaragoza, en el Estado de México se encuentra en franco abandono. Ha sido saqueda e invadida a largo de los años sin ningún freno por parte de las autoridades locales o federales (INAH). Recientemente, en 2006, las autoridades municipales otorgaron a la empresa FRISA un permiso para la edificación de mas de 2 mil viviendas en los terrenos de la zona, en el Cerro del Borrego (predio el Tornillo). El INAH ha solictado protección a tan solo 1.5 hectareas de la zona aun cuando esta se extiende a por lo menos 115 hectareas, que se planean urbanizar.

Recuperar nuestra historia, nos da identidad y dignidad!

Durante la época prehispánica el territorio de la actual Calacoaya contaba con asentamientos bien edificados que le daban un aspecto cosmopolita debido al numeroso grupo de etnias que allí habitaban. Este poblado fue descrito en la Historia general de las cosas de la Nueva España de Bernardino de Sahagún, el territorio que mediaba entre Calacoayan y Tecoloapan era conocido como los llanos de Tizapán o Atizapán.

El 30 de junio de 1520, Hernán Cortés y los invasores españoles tuvieron que huir de la ciudad de Tenochtitlan en un episodio conocido como la Noche Triste. Durante su huida, el ejercito de Cortés sufrió bajas considerables en la calzada México-Tacuba. Al llegar a Tacuba los invasores fueron repelidos fieramente y no lograron refugio en ningún punto de este poblado tepaneca. Por lo tanto, Cortés huyó hacia el rumbo de Totolpepec (actualmente Naucalpan). En este lugar encontró refugio en un sitio fortificado. Hasta Totolpepec habría llegado una delegación de indigenas provenientes de Teocalhueyacan, quienes entregaron comida y provisiones a les españoles al tiempo que mostraron quejas sobre sus vecinos de Calacoayan, aliados de Tenochtitlan. Luego de esto, Cortés en actitud de venganza, se puso en marcha hacía Atizapan. Al llegar a orillas del pueblo de Calacoayan, el 2 de julio de 1520, se dió un ataque sorpresivo y cruel que culminó con la matanza de cientos de Calacoayenses y el saqueo e incendio del poblado cuyos restos forman ahora la zona arqueológica de Calacoaya.

La batalla y masacre de Calacoaya, forma parte de la defensa y resistencia de los pueblos del Valle de México frente a los invasores europeos. Debemos preservar lo que queda de nuestros antepasados, pues esto nos da identidad y nos dignifica.

En el 2010, año del Bicentenario, hagamos los homenajes reales y sin demagogia, defendiendo nuestro pasado histórico.

jueves, 18 de febrero de 2010

Tambien el Cerro de Moctesuma en peligro

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2 comentarios:

  1. A FRISA no le importa nada de lo que afectará a todos los que habitamos en calacoya y otras colonias vecinas, además esa zona arqueológica es parte de nuestra historia.
    Ojala El INAH pueda reconocer y apoyar esta zona.

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  2. ya hubieran echo olgo esos saqueos tienen años i nadie a echo nada acaso sera xq no les importa quien sabe pero ya ahora ya ninguna cinstruccion mas hay xq es patrimonio de todos hay k kuidarlo para poder concervarlo

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